jueves, 30 de junio de 2022

30 de junio. Isaías 62:4 Nunca más te llamarán “Desamparada” ni tu tierra se dirá más “Desolada”; sino que serás llamada “Hefzi-bá” (mi deleite está en ti), y tu tierra “Beula” (desposada); porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.

En la antigüedad, los nombres revelaban características y atributos de las personas (por ejemplo, Jacob: suplantador, engañador); aun también podían señalar algún hecho histórico de la vida (por ejemplo, Samuel: porque lo pedí a Jehová). Así, en este punto de la historia, Sión sería llamada “Desamparada” y Jerusalén “Desolada”. ¿Pero por qué? Porque Jehová los entregaría a sus enemigos, serían desamparados de su protección, y abandonados de su presencia especial, castigados así por sus pecados, vendrían a ser una ciudad inhabitada y desértica, totalmente destruida y entristecida, es decir, desolada. La gente miraría Jerusalén y diría: “Desamparada… Desolada”. Cuando meditamos en la naturaleza de nuestros pecados, nuestras idolatrías, nuestras rebeliones, y transitamos por afuera de los muros de nuestra alma viendo su destrucción y su vaciedad, contemplando así la tierra de nuestro corazón, no hayando sino dureza y tristeza, una vida sin Dios, podemos identificarnos como que nuestro nombre es: “Desamparada”, “Desolada”. La realidad del pecado no arrepentido destruyó a Jerusalén hasta las ruinas ¿no lo hará con nosotros? ¿seremos tan ingenuos de pensar “tendré paz aunque ande en mis pecados”? Meditemos con espanto en la imagen del sitio de la ciudad de Dios y como se meneó la cabeza contra ella, diciendo “¿dónde está tu Dios?” su Dios estaba precisamente allí, derramando su furor contra ellos. Pero Jehová cambiará su desierto en Paraíso y su soledad en huerto, Él les promete restauración y salvación, Él, y solo él, les cambia el nombre por uno nuevo. ¡Nunca más te llamarás así! Hoy tu identidad es otra, hoy te pongo nuevo nombre, te transformaré por completo. “Mi deleite (amor) está en ti”, “tú eres mi esposa”, Hefzi-Bá Beula, esa eres tú. Ahora cuando te miren, no habrá desolación, ni abandono, sino que hallarán el amor de Dios, el gozo de Dios en ti. Tú eres mía, el vaso de mi amor, el objeto de mi cariño. El amor de Cristo es tan íntimo para contigo, que se atreve de llamarte “esposa”, es un amor de deleite, pasional, verdadero y abrumador. Si Cristo nos ama así, que él mismo fue desolado por nosotros y desamparado en la cruz, si su amor es de pacto fiel, que nunca será quebrado. ¿Cómo no regocijarnos y recrearnos en el nuevo nombre que él nos ha dado por su gracia? 


Preguntas de reflexión 

¿Cuál es el fin de la rebelión y de la idolatría obstinada y nunca arrepentida en tu vida? ¿Puedes considerar algún tiempo en tu vida que te consideras como “Desamparada y Desolada? ¿Qué experimentas delante de la gracia y el amor de Dios? ¿Cómo responderás hoy a su amor? 


martes, 28 de junio de 2022

28 de junio. Deuteronomio 33:12 A Benjamín dijo: el amado de Jehová habitará confiado cerca de él; lo cubrirá siempre, y entre sus hombros morará.

    ¿Puede esta promesa de bendición ser superada por algún bien terrenal o material? Ser amado, estar confiado en la presencia de Dios, ser protegido por él, y recostarse continuamente en su pecho. En esta mañana, por su palabra, el Señor nos dice “te amo, eres el recipiente de mi favor, te he amado eternamente, te escogí, mío eres tú”. El rostro de Jehová se ilumina sobre sus amados, su bendición y favor están sobre sus pequeñuelos, por quienes se compadece y siente un gran afecto por ellos. ¿Dios te ama por algo que hayas hecho, que hayas merecido, o que haya visto en ti? Al contrario, él tiene todas las razones, justas por lo demás, para no amarte, para hacerte un vaso de su ira, por cuanto eres un hijo de desobediencia, Pero Jehová, que es rico en misericordia, te responde: “te amo con gran amor”; “te amo de pura gracia”; “eres mi amado”. Aquel que disfruta de este estado, gusta continuamente su misericordia, pues “habitará confiado cerca de él” ¿qué es lo que te da acceso a la habitación de Jehová? Su amor, y su gracia en Cristo Jesús. Esto produce confianza en el corazón, cuando estamos morando en su regazo, “entre sus hombros” (es decir, en su pecho), el temor huye lejos cualquiera sea la circunstancia. ¿alguna vez te has recostado sobre el pecho de alguien que te ama y sabes que te protegerá y bajo su cobijo estarás seguro? Esa sensación puede encontrarse en la práctica de la oración. ¿qué es la oración sino morar entre los hombros de Jehová? 


Preguntas de reflexión: 

¿qué ocurre en nuestra experiencia cuando estamos cerca de Dios versus cuando estamos lejos de él?  ¿cómo su presencia puede dar consuelo y confianza aun en los momentos de tribulación? ¿por qué el amor eterno de Dios hacia nosotros no depende de nuestro comportamiento? ¿cómo esto nos da confianza para disfrutarlo hoy? 


lunes, 27 de junio de 2022

27 de junio. Deuteronomio 32:4b-5 Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto. La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, generación torcida y perversa.

    Hay dos verdades fundamentales en las cuales meditar: quien es Dios y quien soy yo. Cuando reflexionamos acerca de Dios, las Escrituras nos guían diciendo que él es verdadero, totalmente santo y puro; sin corrupción alguna; elevado a la singularidad suprema; alto y majestuoso, inigualable en perfección y excelencia. Es bueno aquí recordar la visión de Isaías, donde contempla al rey de la gloria y a criaturas angelicales que ni siquiera pueden mirar directamente al trono majestuoso. Dios es justo y recto, bondadoso, sin ninguna injusticia, maldad o impureza. Dios es “Santo, santo, santo”.  ¡Que este sea el combustible de nuestra meditación! Que el corazón se encienda en adoración al considerar a Dios en esta descripción de Moisés, y nos postremos en adoración solamente a él. Mas aunque él no tiene mancha, nosotros sí, y nos presentamos ante su presencia manchados, con corazones torcidos (nota que lo torcido es lo opuesto de lo recto), pervertidos por nuestros deseos pecaminosos. ¡Oh! Como nos presentaremos ante el Dios verdadero, si en nosotros hay tanta mentira. ¡Que este sea el combustible de nuestro arrepentimiento y confesión! Para apartarnos del pecado y para apegarnos solamente a su misericordia. Aunque él nos ha escogido en nuestra cautividad, y nos ha hecho solo el bien, entregándonos su compañía, dándonos su cuidado y ternura como el águila ¿cómo hemos respondido? Hemos menospreciado su amor, lo hemos olvidado, y lo hemos abandonado, hemos provocado y encendido su ira con nuestra inmundicia y rebelión. Y aunque podamos parecer desvalidos ante sus justos juicios, él nunca cesa de amar y recoger a los suyos, a sus escogidos, para quien él es la Roca inamovible de los siglos. 


Preguntas de reflexión: 

¿Cómo describirías un contraste entre la santidad de Dios y tú? ¿en qué sentido te has torcido, contaminado, o desviado? ¿cómo te llevan estas verdades a adorar a Dios y aferrarte a su misericordia? 


domingo, 26 de junio de 2022

¿Qué es el puritanismo?

El término describe a un movimiento histórico inglés que pretendió reformar bajo la Reina Isabel en los 1560s, una reforma anglicana incompleta. Pues como estaban vocacionados a “purificar” la vida y el culto de la iglesia el nombre puritano les fue imputado, de manera peyorativa y desdeñosa como un movimiento herético. Con el pasar del tiempo, estos grupos reformadores se caracterizaron por 5 marcas que los unían: (1) Eran afanadamente apegados a la Escritura y ayudaron al desarrollo confesional. (2) Eran apasionadamente trinitarios y su objetivo supremo era resaltar la gloria de este Triuno Dios. (3) Daban una especial importancia a reformar la pureza del culto (en contraste con los anglicanos), como también creían que la Escritura dictaba un orden gubernamental de las iglesias. (4) aplicaron las Escrituras para resolver sus conflictos de vida país y, (5) Se enfocaron en la conversión de las almas, exaltaron la predicación del evangelio, y miraron a las Escrituras para desarrollar una cuidadosa descripción de lo que un cristiano debería ser en su vida secreta con Dios y en relación a su familia, iglesia y sociedad. Como ves, el puritanismo al contrario de ser algo negro y legalista, fue vida y avivamiento en la historia. Este movimiento desapareció con el tiempo, a causa del decantamiento de sus razones históricas y teológicas que lo dieron a luz. Hoy no existen los puritanos. Empero no somos puritanos, heredamos la cosmovisión o mente puritana.

26 de junio. Deuteronomio 31:6 Porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

Reflexionar cuidadosamente en el recorrido de Israel hasta el umbral de la tierra prometida es poco prometedor. Habían fallado numerosas ocasiones en el desierto, muchas rebeliones los acompañaban, y con todo ya habían fracasado en entrar en una primera ocasión (Num. 14). ¿Qué tiene Dios que decirle a este pueblo duro de cerviz? Moisés está muriendo, con 120 años (vs. 1), su gran líder que los sacó de Egipto y guio por 40 años ya no estará más ¿qué esperanza puede haber para el pueblo que ha tentado a Dios tantas y tantas veces? ¿cómo haremos frente a nuestros enemigos, que se ven más poderosos, sin Moisés? ¿qué pasará cuando estemos en la tierra prometida y no haya un pastor para guiarnos como lo ha sido Moisés? El Señor responde: yo voy contigo, no te dejaré, ni te abandonaré, yo levanto ahora a Josué. ¡Alabad la fidelidad de Jehová porque para siempre son sus misericordias! A pesar de un pueblo contumaz, les promete que estará con ellos y que no los abandonará, e incluso levanta otro siervo suyo para apacentar a sus elegidos. ¿Cómo no debemos agarrar esta promesa para nuestras propias vidas? Si te detienes un momento para ver tu camino y concientizarte de tus pecados y fallos ¡no te desalientes! Porque esta mañana Dios promete que su presencia y su misericordia estarán contigo para siempre. Ni siquiera el pecado futuro es un impedimento para seguir amándote y cuidándote (vs. 16). Piensa detenidamente en esto: Dios sabe tus pecados pasados, presentes y futuros, y aun te ama, te tomará de la mano, te restaurará, irá contigo, no te abandonará. La realidad de la muerte es real, pasamos, volamos como un pensamiento, nuestra vida es frágil un soplo que va y no vuelve, ya se ha acercado el día de la muerte para Moisés, pero el propósito de Dios es eterno, y su amor nunca cesará, su fidelidad es nueva cada mañana, y aunque somos polvo, nuestro Padre eterno nunca cesará de amarnos y cumplirá su propósito en nosotros capacitándonos con su presencia y compañía, para la gloria de su nombre. 


Preguntas de reflexión: 

¿Cómo puedes aprehender la promesa del versículo 6 para tu caminar cristiano?; ¿estás confiando en los recursos del Señor (su presencia y su palabra) para cumplir tu propósito o en los tuyos propios?; ¿cómo “acercarnos al día de nuestra muerte” en lugar de ser desalentador se torna en esperanzador? 


sábado, 25 de junio de 2022

25 de junio. Deuteronomio 30:6 Circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.

    ¡Que poderosa promesa del Señor! “Jehová circuncidará tu corazón para que lo ames”. Necesitamos ser circuncidados de corazón, sin embargo no podemos hacerlo nosotros mismos, es Dios quien afila y corta el prepucio del corazón para que lo amemos, esto procede de Él, es un don, y por consiguiente, debemos buscarlo suplicando y rogando que nos lo conceda. Ahora bien, ¿qué es ser circuncidado de corazón? La circuncisión es usada en este sentido, como una aplicación de su uso original. Es decir, en su sentido de “cortar”, “quitar”, “arrancar” y “desechar” ¿qué es lo que quita el Señor de nuestro corazón? el dominio del pecado, su poder y sus afectos. Es decir el Señor limpia nuestro corazón del pecado para que podamos voluntariamente amarle a él. ¡Claro! Nuestro corazón está lleno de amor por cosas pecaminosas y deseos oscuros, necesitamos ser purgados, pero nosotros no podemos dejar de tener esas cosas en la mera esencia de nuestros corazones ¡necesitamos la circuncisión no hecha a mano! Dios nos dice hoy: yo lo haré, con mi poder redentor, yo quitaré, yo limpiaré, yo borraré, yo, yo, yo. 


    Lancémonos al trono de gracia agarrados al cuerno de esta promesa “Jehová dame un nuevo corazón, limpia mi corazón de afectos impuros, quita el poder del pecado en mi vida lléname de tu espíritu para amarte”. Tu Padre oirá. Si nosotros que somos malos padres damos buenas cosas a nuestros hijos, ¿cuánto más el dará lo bueno a los que se lo piden? 


viernes, 24 de junio de 2022

24 de junio. Deuteronomio 29:19 Tendré paz aunque ande en la dureza de mi corazón

    Las palabra de Dios nos enseña de donde proviene el pecado, del corazón. El corazón es engañoso, audaz, astuto para mentirnos y llevarnos por el camino torcido. Nos plantea ilusiones atractivas, caminos que parecen de vida y felicidad, pero su fin es muerte, desierto y soledad. Nos llega a cegar de tal forma que cauteriza y endurece nuestra conciencia al punto de decir “tendré paz aunque ande en la dureza de mi corazón”. ¡Ay! ¡Cuan engañoso y perverso es el corazón más que todas las cosas! ¿quién conocerá sus profundidades? El Señor también describe el pecado como ceguera, sordera y necedad (vs. 4). Ceguera pues no podemos ver la gloria de Dios y somos incapaces de disfrutarla; sordera, porque no escuchamos la palabra de Dios, sino antes bien, la palabra de nuestro corazón (sabiduría, deseos y anhelos); y necedad porque no entendemos el camino eterno y nos entregamos a la vanidad. La raíz misma del pecado es dejar a Dios y servir a ídolos. Entonces ¿cuál es la forma de desechar los caminos del corazón y seguir los de Dios? “Pero hasta hoy Jehová no os ha dado corazón para entender” (vs. 4) ¡es un don de la gracia de Dios ser capaces de rechazar a nuestro corazón y abrazar los caminos de Dios! Pero como diría Thomas Chalmers, el único método que tenemos para expulsar los deseos mundanos del corazón es permanecer en el amor de Dios. Por eso la Biblia habla en términos de ver, oír y entender. Mientras más permanezcamos en la palabra de Dios y la oración, gustando de Dios mismo, viendo su gloria, escuchando su palabra, y entendiendo su voluntad, podremos ser llenos de un nuevo afecto que expulsará el afecto anterior por lo mundanal y pecaminoso. 


Preguntas de reflexión 

¿Qué ofertas engañosas puedes identificar que tu corazón te ha sugerido en el último tiempo? ¿cómo puedes prácticamente luchar en contra de los deseos de tu corazón? si ver, oír y entender son dones de Dios, ¿cómo deberíamos orar? ¿Por qué es inútil inhibir y auto-imponernos reglas externas para expulsar el deseo pecaminoso en lugar de llenar el corazón con afectos por Dios? 


miércoles, 22 de junio de 2022

22 de junio. Deuteronomio 27:26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.

    Si el favor, amor, o compañía de Dios hacia un ser humano podría resumirse en la palabra “bendito”, el rechazo, aversión, condenación, e ira, encontraría su epítome en “maldito”. Un maldito por Dios sería alguien desahuciado, desvalido, desterrado de todo bien de parte de él. Aquí, se pronuncian las verdaderas maldiciones de parte de Dios mismo en el monte Ebal, y como telón de fondo están las enormes piedras erigidas en la colina, las cuales contienen “las palabras de la ley”, que están claramente escritas para que todos pudieran verlas. La ceremonia de la maldición concluye con el verso 26: “todo el que no confirme la ley a fin de cumplirla está maldito por Dios”. Pablo interpretó este verso en Gálatas 3:10, citándolo para cualquiera que busca depender de la obediencia a la ley en su trato con Dios, de acuerdo con el apóstol, estamos malditos. ¿Por qué? Porque si vemos aquella gran piedra con cal que se acorta en dos principales mandamientos de: “amarás con todo tu corazón a Dios” y “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, encontraremos en un examen sincero y profundo que hemos rechazado la voz de Dios y no hemos permanecido ni cumplido cabalmente su ley. Por lo tanto, la sentencia del monte Ebal es inapelable: eres un maldito por Dios. 


    Examinemos nuestras vidas sincera y silenciosamente; veamos lo que merecen nuestros pecados, el debido castigo por rebelarnos contra Dios. Miremos cuidadosamente la elevada piedra de la ley de Dios, cada mandamiento y veámonos en ese espejo. Nunca experimentaremos la gracia de Dios experimentalmente hasta que no nos consideremos como cautivos del monte Ebal. La cruz es un horrendo espectáculo de maldición: allí está el colgado del madero, el maldito por Dios abandonado, bebiendo la copa de su ira, descendiendo a lo más profundo. Si no logramos vernos como malditos a causa de nuestros pecados, nunca experimentaremos la “redención de la maldición” (Gálatas 3:13). 


Preguntas de reflexión 

¿qué puntos de la ley has rechazado prácticamente? (Como diciendo a Dios: este mandamiento no lo voy a cumplir) ¿qué es un “maldito”? ¿te consideras como uno? En tu trato con Dios, ¿vives dependiendo de la ley o de la gracia? Por último, toma un tiempo para reflexionar en Gálatas 3:13 ¿hay disfrute y alabanza en tu corazón? 


martes, 21 de junio de 2022

21 de junio. Deuteronomio 26:5 Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa

    Los israelitas, una vez que hubieran entrado a Canaán debían traer las primicias del fruto de la tierra prometida ante la presencia de Dios, y luego de traída su ofrenda debían dar una “declaración”, recordando, reconociendo, y alabando a Dios. El discurso comenzaría trayendo al corazón su origen, de donde vinieron: “un arameo a punto de morir fue mi padre que descendió a Egipto, y eran pocos”, seguiría incluyendo su debilidad pasada como extranjeros, su miseria, y el sufrimiento en Egipto (vs. 6), que Jehová oyó su clamor, que los amó y los redimió de su esclavitud (vs. 7-8), y que donde estaban ahora y todo lo que tenían fue solamente por la misericordia y gracia de Dios (9-10). Terminarían dejando su ofrenda y adorando el nombre de su Soberano. ¡Que preciosa imagen! 


    Oh, Cristiano, toma un momento ante la presencia de Dios recordando de dónde has salido, el origen de tus antepasados. Contempla, además, tu esclavitud a Satanás y a tu pecado y como fuiste oprimido. Medita en tus sufrimientos y  aflicciones,  por todo el camino que tu Dios te ha traído hasta el día de hoy. Reflexiona como tu Padre ha oído cada oración que has elevado en tu dolor. Trae al corazón el día y la época en que fuiste Redimido y tus cadenas de bronce cayeron ante tus ojos por la obra de Jesucristo. Ahora, bendito de tu Padre, mira lo que Dios te ha dado, sus dones hasta día de hoy y reconoce que todo lo que eres y tienes es por la gracia de Dios. ¡Adórale, reconócele, ámale! Di: “Soberano Señor, yo soy de tu exclusiva posesión y solo me has dado bien, solo me has dado bendición, he mirado toda mi vida y alabo tu administración para conmigo, nada ha sido en vano Padre, te amo y te reconozco”. Recuerda el pacto, que él es tu Dios y tú eres su hijo, renueva tus votos de andar en sus caminos, amarle y adorarle todos los días de tu vida (ver versículos 17-18). 


Preguntas de reflexión. 


Toma un tiempo para meditar en cada cosa descrita en el párrafo anterior: tu origen, tu esclavitud al pecado, tus sufrimientos, tu redención, los dones de Dios, y tu vida el día de hoy ¿Cuál es la respuesta adecuada? 


lunes, 20 de junio de 2022

20 de junio. Deuteronomio 25:17 Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto

    El ataque cobarde de Amalec, el daño que provocó, así como la salvación del Señor en la batalla, debían ser recordados por el pueblo de Israel. Ellos tenían que tener una correcta interpretación del pasado para obrar adecuadamente en el futuro. No podían tener piedad de Amalec cuando los enfrentaran en batalla, su misión sería borrar su nombre de la faz debajo del cielo, por cuanto no tuvo temor de Dios atacando la retaguardia, cuando se estaba cansado y trabajado, “no lo olvides”.  De igual manera nosotros tenemos que mirar hacia atrás continuamente, recordando nuestras luchas con Satanás, el mundo y la carne, y no olvidar lo que nos han hecho, y cómo el Señor Jesucristo nos ha otorgado victorias pasadas. Debemos fijar nuestra atención en lo implacable de nuestro pecado, usando todas las herramientas a su alcance para destruirnos completamente; no debemos olvidar  la animosidad del diablo para tendernos trampas y tentaciones en orden de devorarnos y separarnos de Dios; debemos recordar todas las consecuencias de nuestras batallas espirituales, tanto negativas como positivas con la ayuda del Señor. 


    ¡Mirad vuestras cicatrices, oh, soldados! No olviden sus grandes caídas, y la ponzoña del pecado en sus vidas. ¡Recordad! Traed al corazón aquellas colosales batallas en contra de su peor enemigo: ¡ustedes mismos! Ved, por cierto, la ayuda que el Señor te ha prestado hasta el día de hoy, en la desgarradora lucha. Él te ha sostenido hasta hoy. Él te ha librado hasta hoy. Nada, ni nadie, es más poderoso que Él. Así como Moisés intercedía por Israel en la batalla, y sus manos levantadas hacían prevalecer a Jacob contra Amalec, Jesucristo intercede por tus luchas, y su medicación es la causa eficiente de tu victoria. Solo tienes que mirar al monte de la intercesión para que con fe y confianza sigas contendiendo, hasta que hayas exterminado a tu despiadado enemigo. 


Preguntas de Reflexión: 


Contempla tu vida, ¿Cuáles son aquellas grandes cicatrices que ha dejado el pecado en ti?; ¿cuál es el propósito de Satanás en tentarte con el mundo usando tu pecado interior?; ¿De qué manera puedes cumplir el mandado de exterminar a Amalec en tu propia vida?; ¿Cómo se relaciona la persona de Jesucristo en tus batallas espirituales pasadas, presentes y futuras?  


miércoles, 15 de junio de 2022

15 de junio. Deuteronomio 20:1, 4 No tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te sacó de la tierra de Egipto…porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros, para salvaros.

    Los cristianos debemos continuamente ser encaminados en nuestro andar. Somos como niños que olvidan rápidamente verdades fundamentales de la realidad espiritual y en consecuencia nos extraviamos; como un dulce maestro, Dios se humilla a repetir una y otra vez las lecciones recordándonos quien es Él y lo que hace para con nosotros a fin de que no lo olvidemos, “Israel, no me olvides”. En cuanto vemos circunstancias, enemigos, o desafíos que aparentemente nos superan, tendemos a temer, dudar, y flaquear. Pero él nos dice “no tengas temor de ellos” ¡Cuántas veces hemos escuchado el “no temas”! y no obstante, tememos. Pero hoy Dios lo repite hablando al corazón de sus siervos: No teman. ¡Pero cómo! ¿acaso no ves que tienen más herramientas que nosotros? ¿el poderío que ostentan? Cómo puedes decir eso, cuando tambaleamos en medio de esta terrible tormenta; ¿no es la codicia, la lascivia, el orgullo, el egoísmo un ejército de dragones que se hacen imposibles de conquistar? ¿no es esta circunstancia adversa, insuperable para mí? ¿no reparas en que somos los menos, un grupo pequeño, en comparación con nuestros enemigos? ¿no ves que satanás tiene conquistado este territorio? ¡Sí! Estamos desahuciados por nosotros mismos, la realidad es que son más fuertes y grandes en comparación con nosotros. Pero… Dios es más grande que ellos. Como Eliseo oró por su pusilánime siervo Giezi, clamemos también: ¡Señor Jehová abre nuestros medrosos ojos para que veamos! “Jehová tu Dios está contigo” “ha hecho cosas maravillosas contigo”, “va contigo” “pelea por ti” y “te salva”. Cuan precioso es pasar del temor a la confianza y de la incredulidad a la fe. Todo descansa en torno al horizonte de nuestra mirada. Eres tú, tus recursos y tu sabiduría versus tus enemigos: temor; es Dios, su presencia, su poderío, su compañía, su salvación, versus tus enemigos: confianza. 


    ¡Que tragedia es vivir en nuestros propios recursos! No dependiendo nunca de la presencia de Dios y olvidando lo que ha hecho por nosotros; cómo con mano poderosa nos ha sacado de Egipto. “hoy haremos esto y aquello”, “iremos allá un año y traficaremos y ganaremos” ¡Ay! Nos asechan en oculto para asaltarnos el temor, la derrota, el miedo y la ansiedad. Sin embargo, Él te enseña “yo estoy contigo” mi presencia del pacto es tu sustento, yo peleo contra los que quieren tu destrucción y yo te salvaré por mi gracia, así como te he salvado siempre. 


Preguntas de reflexión 

¿Cuáles son aquellas circunstancias, pecados o desafíos en tu vida que ves como “más grandes que tú”? diariamente, ¿estás confiando en el poder de Dios o vives bajo tu propia sabiduría y recursos? ¿hay ansiedad, temor, e incredulidad en tu vida, si es así, por qué pasa? ¿qué pecados te están venciendo actualmente y por qué? ¿cómo estas promesas (Dt 20:1, 4) se relacionan con tu vida de oración? 


martes, 14 de junio de 2022

14 de junio. Deuteronomio 19:5 Aquel huirá a una de estas ciudades, y vivirá

    Dios proveyó de un medio de salvación para homicidios accidentales en Israel. Ciudades que amparaban en su cobijo a estos reos de una muerte sin intención, hasta la muerte del sumo sacerdote. No obstante estaba atada a ciertos principios. Primero, la muerte debía ser accidental y se debía probar la inocencia del reo, de lo contrario los mismos jueces de la ciudad debían sacarlo de la ciudad y entregarlo en manos del vengador; segundo, el reo debía permanecer en la ciudad hasta la muerte del sumo sacerdote en vigencia; tercero, solo habría de 3-6 de estas ciudades en todo Israel. ¡Imagínate cuánto alivio sería huir y llegar a la ciudad de refugio, escapando de las manos del vengador de la sangre! Pero tú cristiano, tienes una ciudad de refugio más excelente. Podemos huir de nuestros pecados, culpas, tentaciones, ansiedades, aflicciones, cargas y trabajos a nuestro cobijo eterno: Cristo nuestro socorro. No solo te protege de pecados accidentales, sino de aquellos que fueron hechos en rebeldía, en intencionalidad, con odio y codicia de corazón. Ninguna condenación puede atravesar los límites de esta ciudad, y por ningún tipo de pecado. Una vez dentro de la ciudad tu vida está unida a la vida del sumo sacerdote del orden de Melquisedec cuyo ministerio está cimentado en el poder de una vida indestructible e intercede como tu abogado por los siglos de los siglos ¡tu vida está segura!  ¡nada te puede separar de su amor! Con todo, ninguna injusticia es hecha en esta misericordia hacia ti, pues e es tu mismo salvador quien llevó tu culpa y pecado a manos del vengador, él satisfizo por completo la ira de Dios en tu lugar, por tanto, la justicia y la paz se besaron. 



Preguntas de reflexión 

¿De qué pecados y culpas tienes que huir esta mañana hacia tu ciudad de refugio? ¿por qué nada te puede separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús? ¿por qué ninguna acusación y condenación se mantendrá contra ti? ¿cómo respondes a la invitación de Cristo “venid a mi todos los que están cargados y trabajados y yo los haré descansar”? Y “¿echa tus ansiedades sobre él, porque él tiene cuidado de ti?” 


lunes, 13 de junio de 2022

13 de junio. Deuteronomio 18:2 Jehová es su heredad, como él les ha dicho.

    La tierra prometida sería dividida en patrimonios por sus tribus; esto era cierto para todos, excepto para los sacerdotes levitas: solamente Jehová sería su heredad. Ellos estaban consagrados a su servicio de por vida por derecho de nacimiento. Y aunque en un sentido específico esto era cierto respecto de porciones de tierras en Canaán, en uno más amplio, para todo escogido, Dios es su única herencia. Ya David lo diría (de la tribu de Judá): “Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa … las cuerdas (señal de medición de un terreno) me cayeron en lugares deleitosos y es hermosa la heredad que me ha tocado” (Sal 16:5-6). Que para nosotros el Señor sea nuestra herencia equivale a decir que es nuestra riqueza y nuestra gloria; lo único valioso, trascendente y eterno que consideramos como “nuestro”; es en la cruz de su Hijo en lo único que nos gloriamos (Gál. 6:14). Las cosas de este mundo, dones divinos, que nos han sido dadas, las consideramos como vacías e insignificantes en comparación con nuestro precioso tesoro celestial; es así, como el corazón del cristiano se eleva diciendo: “fuera de ti, nada deseo en la tierra”. ¿Qué hermosura de casas o autos podría compararse con la hermosura de él? ¿qué amplitud de terreno podría considerarse como satisfactoria en lugar de la infinitud de sus atributos? ¿qué disfrute de los placeres terrenales competirá con el gozo y el deleite en Dios?  


    Cristiano, si hoy mismo se te diera una herencia terrenal, cancelarías todos tus planes cotidianos para ir a verla, medirla, calcular su valor, y proyectar qué harías con esa riqueza. Invitarías a tus amigos y familiares y harías una fiesta por el regalo que se te habría concedido, te gloriarías en ello; tus pensamientos serían deleitosos al pensar en ese pedazo de polvo, madera, o hierro como “tuyo”. Mas, yo quisiera ahora que midieras la heredad que se te ha dado divinamente; ¡lanza las cuerdas! observa su anchura, longitud, profundidad y su altura (Efe 3:18-19); que recorrieras cada rincón del conocimiento divino en las Escrituras para contemplar gustosamente cuál es tu porción en esta vida y la venidera. 


Pregunta de reflexión 

¿Qué es lo que consideras valioso en tu vida de esta tierra, y qué pasaría si te fuera quitada? ¿es Dios la herencia hermosa y deleitosa de tu corazón? ¿pasas tiempo en tu heredad, disfrutándola y contemplando su hermosura? (salmo 27:4)


jueves, 9 de junio de 2022

9 de junio. Deuteronomio 13:3 Porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.

    Cuando el corazón es enfrentado a dos caminos, escogerá debido a aquello que ame más. El falso profeta tiene un mensaje engañador adornado con cosas poderosas que llaman la atención a la carne. ¿Debería lo extraordinario ser la regla de nuestras creencias y prácticas? No. Aquí se contrasta lo milagroso, lo extraordinario, y lo llamativo ante la palabra de Dios, la voz de Dios. En pos de quien vayamos, es a quien amemos más. Por eso Dios nos advierte que este tipo de falsos maestros son enviados por su misma providencia “para probarnos, para saber si amamos al Señor nuestro Dios”. Los falsos profetas son ministros de pecado, sirven a Satanás; sin embargo no solo ellos aparecen para probar nuestros corazones; las tribulaciones y los tiempos de aflicción también desnudan nuestras almas (Dt 8:3), asimismo cada tentación, cada ofrecimiento de la carne, cada ídolo de este mundo, los deseos de los ojos, de la carne y la vanagloria de esta vida, que desafían la autoridad de Dios en su palabra, revelan la verdadera cara del corazón del creyente, si ama a Dios de todo su corazón, o hay algún área que no quiere someterse a Él. 


    Medita en tu corazón si amas a Dios de todo tu corazón y de toda tu alma: ante los falsos mensajes, las aflicciones de la vida, y las tentaciones del pecado, ¿sigues en pos del Señor? ¿temes solamente a él? ¿atesoras sus mandamientos y oyes a su voz? ¿qué escoges cuando eres probado?, ¿qué sale de tu corazón? 


Preguntas de reflexión. 

Responde las preguntas del último párrafo en tu corazón. ¿Qué falso mensaje es llamativo para ti? ¿por qué es llamativo? ¿cuál es la importancia que das a la Biblia en tu día a día? ¿Por qué crees que desechar su palabra sea algo tan dañino? ¿Qué se revela cuando creemos las mentiras y caemos en pecado? Esencialmente, ¿por qué caemos en el pecado? ¿cómo podemos batallar contra las tentaciones, efectivamente?


miércoles, 8 de junio de 2022

8 de junio. Deuteronomio 12:30 Guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas (naciones paganas), después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: de la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré.

    El mundo tiene sus dioses, su culto, su forma de vivir y servirles. Las naciones tanto antes como ahora, adoran. Todos lo hacemos, y en esencia, siempre ellas buscan lo terrenal, es decir aquello que satisfaga sus deseos pecaminosos. Por ejemplo, el poner a sus hijos en fuego (vs 31), no era un acto de diversión, sino que creían que así vendrían tiempos de prosperidad y abundancia. El objetivo era sobornar a sus dioses para obtener cosas “buenas”; al fin, su verdadero dios era ellos mismos, sus propios deseos; utilizaban a los ídolos para obtener lo que deseaban. Su sistema tiene un atractivo carnal, de otra manera Dios no nos advertiría de ello. Los corazones inconstantes, que vagan, continuamente están preguntando por los dioses de las naciones; aquellos del pueblo de Dios que no tienen su satisfacción entera en Dios y su palabra (sin añadir ni quitar a ella, vs, 32) siempre quieren inventar cosas, imitando a los incrédulos. 


    Oh, cristiano ¡guárdate de no tropezar! Dios ordena que no tengas participación con las obras de las tinieblas, él te instruye que no imites, ni busques lo que el mundo busca ¡no los sigas! Dios exige nada menos que separación, destrucción total, relación cero con los ídolos. Él te ama y es un Dios celoso. Debemos separarnos de la corriente de este mundo, encontrando nuestro propósito solo en Cristo Jesús. Este mandamiento no es vano, tiene repercusiones horribles no prestar atención a él. Lo que para el mundo es codiciable y bueno para Dios es abominable y aborrecible; mientras que lo que es precioso para Dios, su Hijo Jesucristo, el mundo lo odia y lo desecha. 


Preguntas de reflexión: 

¿Cuáles son los ídolos de tu tiempo? ¿estás siguiendo e imitando como el mundo los adora? ¿cuál es tu relación con lo que tu cultura “ama y aprecia”? por otro lado ¿Cuál es tu relación con Jesucristo? ¿Por qué es tan importante no añadir ni quitar a la palabra de Dios?  




martes, 7 de junio de 2022

7 de junio. Deuteronomio 11:1 Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días.


    Amar a Dios es un asunto del interior. Brota del corazón y nace del alma misma del hijo de Dios. No se puede amar a Dios meramente desde un marco exterior. La naturaleza del amor exige que examinemos dentro de nosotros mismos, en lo más profundo y esencial de nuestro ser. A menudo se añaden las palabras “de todo tu corazón y de toda tu alma” para probar este punto, Dios quiere principalmente tu corazón. Todo. Es por esto, que este es el gran mandamiento, el más alto; la colina de donde cierne la vida misma del hombre; la fuente de donde fluyen nuestras acciones, pensamientos y palabras. En segundo lugar, el amor a Dios nunca es un intento por ganar su favor, sino que es una respuesta natural de la continua contemplación del amor de Dios que se ha desplegado a favor de nosotros. A esta razón, puede observarse, que Dios siempre les recuerda a los Israelitas que los redimió de Egipto (9:2-7), que los amó de pura gracia (7:8), y que ha perdonado su rebelión (10:10). 


    Cristiano, ¿qué pide Dios de ti? Que lo ames todos los días de tu vida. Sí esto está bien en tu vida, todo lo demás estará bien. Jehová dice “yo te he amado aun cuando eras un pecador, yo me entregué por ti, cuando estabas desahuciado”. ¡Ah! Ay de ti si eres indiferente a su amor, si no respondes a su ternura, si te desvías de él hacia los ídolos del pecado, si te enorgulleces para satisfacer tu voluntad antes que la de tu Padre. Yo quisiera que miraras en tu interior y escudriñaras tus afectos: ¿Te derrites por él? ¿te recreas en él? ¿disfrutas tiempo con él? ¿tu corazón arde por él? ¿tu alma está sedienta y lo anhela solamente a él? ¿escuchas cuidadosamente, con infantil espera, su voz? ¿piensas en él? ¿lo amas a él? 


Preguntas de reflexión 

    Responde cada una de las últimas preguntas en tu corazón y ve si estás guardando el gran mandamiento de Dios. ¿cómo se relaciona el amor a Dios con la palabra de Dios? ¿por qué crees que el texto añade la frase “todos los días”? ¿qué pasaría en tu vida si descuidas este mandamiento? 



lunes, 6 de junio de 2022

6 de junio. Y Jehová también me escuchó esta vez, y no quiso destruirte. Deuteronomio 10:10


    Una pregunta que todos nos hemos hecho, los que hemos pecado, los que hemos fallado es: “¿Volverá el Señor a perdonarme otra vez?” esta interrogante es tan importante como el carácter mismo de Dios. Aquí, el profeta nos señala que Israel se rebeló en el desierto, pronto su corazón se desvió del Señor y erigieron el becerro de oro (9:1-17). Han provocado la ira de Dios (9:3), con su pecado han lanzado desprecio al nombre de Dios, a sus atributos, al pacto que concertó. La sentencia del juez eterno para esta condición es la destrucción, que Dios deseche para siempre. La sentencia es alta y clara: Debes ser destruido porque has pecado contra Jehová (9:14). Mas tú, oh, Dios, ¿podrás perdonarme otra vez? Nuestro texto nos enseña algo fundamental acerca de Dios, y es que él tiene que escuchar a un mediador que no haya participado en el pecado de su pueblo, para poder propiciar misericordia. Dios es misericordioso, pero tú necesitas un mediador, alguien que ore por ti. La intercesión de Moisés es “no los destruyas” (9:26), pero bien podríamos pensar “¡lo merecen!” pero el mediador dice “no mires a su pecado” (9:27), entonces ¿qué debe mirar Dios? “acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob” (9:28), en otras palabras, acuérdate de tus promesas, porque “ellos son tu pueblo y tu heredad” (9:29). El resultado de esto es hermoso, Dios perdona otra vez. Las tablas quebradas, son restauradas. El pacto violado es renovado. Dios es grande en misericordia. Él no quiso destruirte.

   

    Oh pecador, que te acercas hoy a Dios ten certeza de esto: ¡Dios no mira tu pecado! Has provocado su ira, pero él la ha reprimido. Él no quiere destruirte. Disfruta estas palabras “también”, “esta vez”, “como las primeras”. Sus misericordias son nuevas cada mañana. No hay nada más deleitoso que el amor inmerecido de Dios, basado no en nuestra justicia (¡hemos pecado!), sino más bien en su misericordia, en su fidelidad a sus promesas, en Jesucristo el mediador del nuevo pacto, en nuestro abogado que intercede por nosotros al Padre. ¿Te has preguntado porque en el trono de Dios resplandece un arcoíris? (Ap. 4:3; Gen 9:13) No da a los pecadores lo que merecen, no los destruye a pesar de sus pecados, no ejecuta su indignación y su ira que ha sido provocada. El trono de Dios es un trono de gracia, de favor hacia los pecadores, cuya señal llama a todo ser viviente ¡Dios tiene misericordia de ti! ¡Dios es amor! ¡Dios quiere perdonarte! ¡Gracia, gracia a ella! 



Preguntas de reflexión:   

    ¿Has sentido lo que es y merece tu pecado? ¿Una vez hecho esto, has gustado la bondad de Dios para contigo? ¿Qué rol juega Jesucristo en la propiciación de tus pecados? ¿Cómo propicia Jesús al Padre a tu favor? ¿Cómo responde aquel que ha sido perdonado, ante el maravilloso amor de Dios (vs 12-16)?