Oh Eterno
Creador,
Tu divina
belleza me distrae de mis deberes
Y me
pregunto, ¿cómo puede un ser tan bello amarme?
Me respondo
meditando en que exactamente esa es la quintaescencia de tu belleza
Me pareces
tan atractivo, no puedo dejar de mirar la creación sin admirarme de ti
Y sin
embargo eres tan bello y no te amo como debiera
¡Ay de mí!
Que debiera ser condenado por toda la corte celestial
Ya que mi
falta de afectos en los momentos de tentación me persigue y me acusa
Como anhelaría
tener el cielo abierto para verte cuando soy tentado
Pero tan
mezquino y frívolo peco sin considerar tu presencia bella
Tus nombres
y atributos ahora que los medito son tan dulces
Pero ¿¡por
qué el pecado también es dulce a veces!? ¡Ay de mí!
Mi eterno
contraste
Mi siempre
vacilante dualidad
Las
batallas de mí misma esencia
Justo y
pecador ¿qué soy?
Libérame
pronto Señor Dios mío de esta cárcel terrenal
Vengan a
encontrarme tus palabras una vez más
Y pueda
hallar yo aliento en este valle de sombras y de muerte
Tu belleza
me sustente un día más
Gracias por compartir, hermano!!
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