miércoles, 18 de marzo de 2020

El Calvino carnal

Sabemos quien es Juan Calvino, por lo menos recordarán alguna mención en clases de historia en la escuela, sino vea aquí. No obstante hay un detalle de su vida que no se comparte en la media y es más bien conocido por cristianos, y en específico cristianos reformados que han leído alguna biografía de él, me refiero, por cierto, a su llegada al cantón de Ginebra.

Antes de ser quien conocemos que fue, Calvino no tenía pensado ser el "profeta a las naciones" en que Dios lo convirtió, el arquitecto de la reforma, el avanzado a su época, el desbaratador del papismo, el padre de los presbiterianos, en fin. En otras palabras, Calvino pasó por un proceso, a mi juicio, de madurez espiritual, mediante un evento traumante: su encuentro con Gillaume Farel. Déjame citar algunos recursos en español:

"Entonces Farel  le dijo con severidad (a Calvino): 'alegas tus estudios como una excusa; pero si rehúsas entregarte con nosotros a esta obra del Señor ¡Dios te maldecirá! por buscar tus propios intereses antes de los de Cristo'" [1]

y en otra biografía, Calvino describe el encuentro:
"He tenido la precaución de ocultar que yo era el autor de aquella obra (La institución, vea aquí) y había decidido continuar con la misma privacidad y oscuridad hasta el final. Farel me detuvo en Ginebra, no por su consejo y exhortación, sino por su imprecación asombrosa con la cual sentí como si fuera Dios quien había puesto su poderosa mano sobre mí para detenerme desde el cielo." [2]


Hasta este "choque" de 100 km/h contra una muralla de diamante", podríamos decir que la visión de cristianismo de Calvino era "carnal", o "inmadura" en un sentido muy específico. Esa es mi tesis, y lo que deseo en breves palabras aplicar.

¿Qué quiero decir con que Calvino tenía una visión carnal del cristianismo?

1.- En general, no quiero decir que Calvino era un cristiano inmaduro en todo su pensamiento. Acababa de terminar la primera edición de su Institución, repleta de teología bíblica y sistemática, esto por supuesto no puede corresponder a la obra de alguien carnal. Así que no me refiero aquí que Calvino era inmaduro en todo el sentido integro de su vida y cosmovisión.

2. En específico, me refiero que la visión de su servicio a la iglesia, en cuanto al trabajo que quería desarrollar en forma, era aún carnal, inmaduro o deficiente.

Para probar mi tesis sigo citando:
"Calvino se resistió al principio (a la ayuda que estaba solicitando Farel en Ginebra), alegando que sus planes deseos e inclinaciones eran diferentes" [1]

y "había decidido continuar con la misma privacidad y oscuridad hasta el final." [2]

Calvino, por consiguiente, de 26 años, también aguzado por su carácter tímido e instrospectivo [3], prefería la soledad, la reclusión, no involucrarse con personas, más que desde su tinta y papel. Esto a mí juicio, fue algo que Dios reformó en su vida, ya que tener una mente aguda y estudiosa en ningún caso está separado de la vida eclesiástica.

Al fin llego a mi punto y argumento: Calvino era carnal en el sentido de que creía que no debía involucrarse in situ con la obra de Cristo, y lo podía hacer desde sus libros. Él si creía que ayudaría escribiendo, pero aquí está el error: las Escrituras no permiten que nosotros vivamos un cristianismo solitario; ayudando desde fuera; no involucrándonos en el sufrimiento y vida nuestros hermanos; a menos que Dios mismo nos empuje a eso a causa de la persecución. Esto es claramente demostrable por la Escritura, no solo en la vida de la iglesia prrimitiva, sino en en todas las epístolas paulinas, y toda la Escritura apunta a este hecho en el nuevo testamento: la visión de cristianismo es comunitaria y nunca solitaria, por más introspectivos que seamos.

Por tanto, aquí hago algunas aplicaciones:
1. No sirve ser cristiano de facebooks, blogs, redes sociales en general, si no tengo una vida activa en la comunidad eclesiástica.
2. No se ayuda a la obra de Cristo a través de una pantalla. Sino sufriendo in situ por la causa de Cristo.
3. Puedes tener la mente de Calvino (no creo) y aun no sería excusa para ti de no participar de las cargas de tus hermanos y pastores.
4. La vida de Calvino, y de muchos santos, demostró que el estudio rígido y académico no está divorciado de la vida eclesiástica del segundo mandamiento más importante: Amarás a tu prójimo Mt 22:39 (de hecho y en verdad 1 Jn 3:18).

Calvino oyó el trueno de Dios frenándolo de su camino a Estrasburgo, yo espero, que por la gracia de Dios, oigamos las Escrituras, y avancemos en la visión inmadura de muchos de nosotros reformados, de creer que ayudamos a la iglesia a través de las redes sociales, y no sufriendo con la iglesia visible, la iglesia militante, la iglesia local.

Efesios 4:1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.

[1] Irwin, C, H, Juan Calvino, su vida y obra pp 25-30
[2] Zuidema, J, Guillermo Farel,  59-72
[3] Irwin, C, H, Juan Calvino, su vida y obra pp 43-54










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