martes, 20 de diciembre de 2016

Una Crítica a los dos Reinos - Steven Wedgeworth

¿Está prohibido para el cristiano participar en política o cargos públicos? ¿qué y cuáles son los "dos reinos" y la relación del cristiano con ellos? ¿qué regla gobierna el reino? ¿hasta dónde se extiende la redención? ¿qué respuestas propone la teología moderna o radical de los dos reinos a éstas y otras preguntas? ¿es la teología radical de los dos reinos una respuesta al neocalvinismo? 
¡¿¡¿teología de los dos quequequé...!?!?! 
Éstas y otras preguntas hacen interesante este artículo. Sino tiene ningún acercamiento a doctrinas como el neocalvinismo o el moderno "dos reinos" (2Kingdoms), al menos espero que con la ayuda de la traducción de éste artículo la tenga. 
Muchos conocen mi cierta renuencia al neocalvinismo tardío, pero ¿será correcto entonces abrazar la teoría moderna de los dos reinos? VanDrunen y otros teólogos connotados, creen que la Escritura, y nuestra tradición reformada temprana, con Lutero y el mismo Calvino, apoyan sus tesis. Steven Wedgeworth piensa que no, y escribe una crítica respecto de la doctrina de los dos reinos. ¡Disfruten la lectura! 

Los últimos pocos años han visto varias publicaciones que ponen al frente la tesis de que el protestantismo reformado sostuvo una creencia en la ley natural y abogó por la teoría sociopolítica conocida como “dos reinos”. Esto ha sido interpretado como un descarrilamiento de un consenso previo que la Reforma y el Calvinismo en particular creían: que su fe era para toda la vida y que la misión de Cristo requería una transformación de la cultura. Ese concepto, se argumenta, debería entenderse como “neo-Calvinismo” y actualmente está alejado de la tradición reformada. El hecho que complica la discusión es que esto no es un meramente un debate histórico, sino de hecho una competencia entre programas políticos contemporáneos. [1] En lo que sigue argumentaré que lo que la Reforma hizo de hecho es que abogó la ley natural y una distinción entre los dos reinos, pero esto no fue un precursor del Liberalismo político moderno. De hecho, el entendimiento Reformado de los dos reinos sirvió como una apologética primaria para la reforma de la iglesia por el magistrado civil.
Tomado de: https://allkirk.net/2015/03/26/a-quick-and-easy-chart-on-two-kingdoms-and-neo-calvinism/ Resumen. 
Mi principal documento para este argumento será la Ley Natural y los Dos Reinos de David VanDrunen. [2] Por supuesto que la discusión es más amplia que el libro de VanDrunen, y la posición moderna de los dos reinos ha sido popularizada más extensamente por Michael Horton y su programa de radio “El mesón del caballo blanco”. VanDrunen, sin embargo, representa la defensa académica e histórica más significante, y su libro aclara distintivos básicos de esta posición. No intentaré una revisión completa del libro, ni ofreceré una crítica exhaustiva. Hay mucho para ser elogiado en el libro de VanDrunen, y en la medida en que se limita a defender de que la posición de la Reforma está en continuidad con los conceptos de la ley natural y que enseñó los dos reinos, él está ciertamente en lo correcto. Sin embargo, el libro repite dos confusiones fundamentales y, puesto que éstas son las suposiciones directas, la teoría contemporánea de los dos reinos se encuentra a una distancia considerable de la visión social básica de pensadores tempranos como Lutero y Calvino. Las dos confusiones son: 1) identificar los dos reinos con las instituciones modernas de "Iglesia" y "Estado" y 2) establecer el contraste entre los “dos reinos” como entre la regla "redentora" por una parte y la regla "creacional" por otra. Ambas confusiones parecen derivarse de la equivocación, permitiendo la posibilidad de cerrar la brecha entre la visión "neo-calvinista" y la visión moderna de los dos reinos con respecto al contraste de la regla. Sin embargo, la primera confusión es más seria, haciendo que el proyecto más grande de VanDrunen sea incompatible con la antigua doctrina reformada.
El capítulo introductorio establece afirmaciones de forma muy sucinta. En la primera página VanDrunen establece:
Al afirmar la doctrina de los dos reinos, ellos retrataron a Dios como gobernando todas las instituciones y actividades humanas, pero como gobernándolas en dos formas fundamentalmente diferentes. De acuerdo con esta doctrina, Dios gobierna la iglesia (el reino espiritual) como un redentor en Jesucristo y gobierna el estado y otras instituciones (el reino civil) como creador y sustentador, y así estos dos reinos tienen fines significativamente diferentes, funciones, y modos de operación también diferentes.
Él continúa con una aserción parecida: “Por lo tanto, a través de estas dos doctrinas, los escritores reformados antiguos enraizaron la vida cultural y política en la obra de creación y providencia de Dios, no en su obra de redención y restauración escatológica a través de Jesucristo” [3] VanDrunen deja claro que el Reino espiritual debe ser identificado "institucionalmente" con la iglesia visible, tanto en Lutero, como en Calvino [4], incluso si observa recurrentes tensiones con esta presentación. [5]
VanDrunen afirma que Juan Calvino identificó el reino de Cristo exclusivamente con "la iglesia". [6] Esta afirmación, se piensa que es suficiente para desmentir cualquier noción de que las expresiones culturales más grandes tendrían importancia para el reino de Cristo en el pensamiento de Calvino. Este reino cultural más grande es uno que está basado en la naturaleza, bueno para estar seguro, pero no preocupado de “redención” particular. La iglesia, se dice, no debería estar involucrada en asuntos políticos o culturales. Aunque no se trabajó extensamente con respecto a los reformadores, esta distinción es de fundamental importancia para los capítulos posteriores, los cuales buscan alinear las opiniones de los reformadores con la posición moderna de los dos reinos, particularmente su énfasis en la iglesia visible como esfera primaria del reino. Sin embargo, Lo que VanDrunen nunca admite plenamente es que cuando Calvino hace esta identificación del reino de Cristo con la iglesia, él siempre habla de la iglesia invisible. [7]
Para Calvino, así como para Lutero y el resto de la Reforma, los dos reinos no eran aproximaciones de las instituciones visibles de la Iglesia y del Estado, sino más bien del cielo y de la tierra, o del espíritu y del cuerpo. El reino espiritual era eterno e inmediato, mientras que el reino cívico era temporal y siempre mediado por príncipes o por el clero y todos los demás hombres en sus vocaciones. William Wright, en su libro sobre ‘el uso de los dos reinos en Martin Lutero’, explica esto como: "Los dos grupos de personas no se refieren a la iglesia visible versus los no creyentes. Lutero estaba distinguiendo a la iglesia invisible del mundo aquí presente". [8] Él añade que “las ‘tres jerarquías’ de la vida cotidiana, la iglesia y el estado, todas existen en el reino temporal”. [9] Paul Avis está de acuerdo con este punto de vista en su (libro)* “La Iglesia en la Teología de los Reformadores”, en particular los capítulos nueve y diez. Argumenta que el rol de los magistrados en el ordenamiento de la iglesia se deriva de las doctrinas del sacerdocio universal. [10] Eran miembros de la iglesia espiritualmente, aunque sus vocaciones fueran temporales. Calvino explica muy bien su visión del reino espiritual en aquellos capítulos de los Institutos relacionados con la conciencia [11] todos los cuales tienen que ver con la inmediata relación del alma con el Espíritu. El reino espiritual es, propiamente hablando, la iglesia invisible, mientras que el reino temporal abarca la iglesia visible, así como la arena cívica y toda la comunidad, gobernada y medida por la ley.
Las mismas citas que VanDrunen provee de Calvino apoyan esta lectura, ya que todas ellas incluyen los calificadores de "espiritual" e "interno" al hablar de la iglesia como reino espiritual. La iglesia visible, por supuesto, no es interna. En el 4.2.4 de los Institutos, Calvino dice que "la iglesia es el Reino de Cristo", pero una mirada al contexto inmediato demuestra que Calvino está contrastando esta noción de una iglesia del reino espiritual, no contra una vocación cristiana más amplia en la sociedad o Monarcas cristianos, sino más bien contra el falso ministerio Romano. Calvino está apelando al reino de Cristo para decir que la iglesia sólo existe donde está presente la Palabra de Cristo.
En 3.19.15 de los Institutos, Calvino utiliza los dos reinos para explicar la libertad de conciencia del cristiano. Explica los dos reinos como jurisdicciones "espirituales" y "temporales", agregando que "por lo que se entiende el primer tipo de gobierno pertenece a la vida del alma, mientras que el segundo tiene que ver con las preocupaciones de la vida presente.” Calvino añade que "el primero reside en la mente interior, mientras que el último sólo regula la conducta exterior".  De hecho, Calvino dice que desea separar sus discusiones de los dos reinos, salvando la discusión de los (aspectos) ‘externos’, o el reino temporal, para su cuarto libro. Agrega que tanto el gobierno civil como las "leyes de la iglesia" se pospondrán hasta entonces. Ambos están siendo considerados una parte del reino temporal, ya que tratan con los (aspectos) externos y la ley. [12]
La teoría de los dos reinos no fue ni siquiera una doctrina “política” sino una visión comprensiva del mundo entero. William Wright explica esto en lo que respecta a Martin Lutero:
Lutero utilizó el concepto de los dos reinos para tratar todo tipo de cuestiones teológicas y pastorales, incluyendo la creación, el hombre como imagen de Dios, Jesús como el Cristo, la necesidad de la gracia, los sacramentos y la exégesis del Antiguo y Nuevo Testamento. No era un concepto político inventado para satisfacer las circunstancias políticas, sociales o económicas como algunos han pensado... El entendimiento de Lutero de los dos reinos de Dios representaba su premisa básica sobre la naturaleza de la realidad. En resumen, era su cosmovisión cristiana. [13]
El cristiano individual siempre se encuentra viviendo en ambos reinos al mismo tiempo. Además, la iglesia visible, en cuanto a ‘institución de orden y medios externos’, es una institución del reino temporal. La política de la Iglesia, por ejemplo, es una forma de ley, mientras que la comunión mística de los santos es pura caridad y libertad. VanDrunen admite a regañadientes esto de Lutero, aunque intenta colocarlo como una peculiaridad de una necesidad práctica posterior. [14] En efecto, esta convicción estaba en el corazón del llamamiento de Lutero a la nobleza alemana para liberar a sus iglesias del papado [15]. Esta era la misma táctica que usó Martin Bucero en Estrasburgo, y fue el apoyo teológico ofrecido por Cranmer a Enrique VIII y la supremacía real. Calvino también expresó su simpatía por esta noción en la dedicación de sus Institutos, pidiendo al rey de Francia que reformara las congregaciones en sus tierras y las cartas a Eduardo VI y Elizabeth I en Inglaterra.
Lo que VanDrunen ve como una inconsistencia dentro de la teoría más amplia (y la mera evidencia de que los Reformadores eran hombres de  tiempo) resulta ser realmente una ‘piedra fundamental’ de lo magistral de la Reforma. Precisamente porque la iglesia visible existía en el reino temporal, los magistrados cristianos tenían el deber de protegerlos y reformarlos. Los príncipes no debían involucrar personalmente su cargo en la elaboración de doctrina o culto, pero ellos estaban seguramente involucrados en financiar, defender y promover ciertas iglesias visibles y excluir a otras. Como todos los laicos cristianos eran sacerdotes, los Reformadores no veían ningún problema en permitir que los príncipes funcionaran como cristianos en su vocación particular y utilizar sus habilidades superiores de orden en la iglesia visible. Todas las confesiones reformadas están también de acuerdo en este punto, por lo que parece imposible eliminar este rasgo de la eclesiología de la Reforma.
VanDrunen admite que Ginebra no se asemeja a una sociedad pluralista moderna, y cree que esto puede incluso ser consistente con la teoría de la ley natural, pero todavía lo ve como ‘estando en tensión con la teología de los dos reinos’. Sin embargo, La confusión en este punto, no está ni en la teoría ni en la aplicación de Ginebra, sino en la falsa ecuación de VanDrunen de los dos reinos con las nociones más modernas de iglesia y estado. Una vez que vemos que el reino espiritual se refiere a la iglesia invisible y que los reformadores colocaron la iglesia visible dentro del reino temporal, vemos más consistencia en su teoría y práctica. Lo mismo ocurre con toda la Europa protestante. Luteranos en Alemania, reformados en el Palatinado, y la Iglesia de Inglaterra, todos miraban a sus magistrados civiles como apoyo contra el gobierno por el clero que vieron promovido por Roma. A pesar de lo desagradable que pueda ser para los modernos de ‘todos los bandos’, sigue siendo cierto que aparte de los reyes con convicciones religiosas, simplemente no habría habido una Reforma.
El segundo punto de la crítica tiene que ver con el contraste de VanDrunen que hace de la regla redentora de Cristo y la regla creacional de Dios. Estos adjetivos no son usados de esta manera por Calvino, aunque él hace distinciones entre los dos reinos y sus propósitos. ¿Considera Calvino el reino cívico y temporal como desinteresado en el despliegue del plan de redención? Eso sería imposible de tomar de los escritos de Calvino. De los propósitos del gobierno civil, Calvino enumera primero: "para cuidar y proteger la adoración externa de Dios" y: "para defender la sana doctrina de la piedad y la posición de la iglesia". [16] Sólo después de estos propósitos Calvino pasa a hablar del ordenamiento de la sociedad común. Calvino continúa diciendo que los príncipes son "vicarios de Dios" [17] y que como todas las naciones entienden que la religión ocupa el primer lugar en la vida de la comunidad, "los príncipes y magistrados cristianos (deberían) avergonzarse de su negligencia si no se aplican a esta preocupación". [18] Calvino no tiene ningún problema de hablar de "reyes santos", incluso trazando paralelismos entre los reyes ungidos de Israel y los actuales reyes de Europa. [19]
Calvino fundó el gobierno cívico en la bondad original de la creación, y creía que esto era enseñado por la ley natural (o ley de la naturaleza) e incluso por el derecho común de las naciones, sin embargo, esto no significa que debería (el gobierno cívico) estar aislado de la Palabra de Dios. [20] Sin duda no habría desacuerdo entre los dos reinos aparte del pecado. Esto es porque, de nuevo, los dos reinos no eran el reino de la iglesia y el reino del estado, sino más bien el reino de los cielos y el reino de la tierra o el reino eterno y el temporal. Se relacionaban entre sí como el alma lo hace con el cuerpo.
También necesitamos preguntar lo qué un lenguaje sobre una regla no-redentora significa actualmente. Si eso es (el lenguaje de una regla no-redentora)*, que el gobierno cívico no es un salvador espiritual,  no remite a la gente de sus pecados, y no puede proporcionar corazones nuevos, entonces muy pocos cristianos de cualquier tradición objetarían esto (este lenguaje)*. Los principales opositores de VanDrunen, sin embargo, no quieren decir ninguna de estas ideas cuando hablan de "redimir" la cultura y la esfera cívica. La noción neo-calvinista de la redención es precisamente la de una creación restaurada. [21]  Podríamos decir que su visión es la de la naturaleza original. Pueden errar al negarles las capacidades naturales a los no regenerados, pero esto todavía no sería una aplicación errónea de la "regla redentora", sino más bien un fracaso en reconocer la naturaleza donde de hecho existe. No está del todo claro por qué el reino temporal de VanDrunen, gobernado por la creación y la providencia, debe ponerse en oposición a la redención.
Más aún, la noción de que las mentiras están más probablemente detrás de gran parte de la retórica contemporánea de llevar el mandato de Cristo a la cultura es simplemente un asunto de caridad. Es el principio que debes amar a tu prójimo como a ti mismo. Si bien es cierto que algunas iglesias usan el lenguaje de "justicia social" por medios políticos ilegítimos, el significado básico es que la iglesia debe tener un diaconado activo. Esto es consistente con Calvino, como VanDrunen admite: "Calvino seguramente no sugirió entender que el reino espiritual sólo se preocupa de cosas que son inmateriales, ya que asignó a la iglesia tareas como el alivio diaconal de los pobres y la administración de los sacramentos." [22] ¿Está llevando alivio diaconal a los pobres en la ciudad no de una forma de cultura redentora? Podemos debatir la aplicación apropiada, pero el principio parece sólido. Los motivos de la caridad resultan en alguna actividad social.
En la medida en que el modelo de VanDrunen corrige los diversos errores de la teología de la liberación, ciertas nociones falsas de "Teonomía", Ortodoxia Radical, e incluso el amplio Evangelicalismo Americano, (todas las cuales buscan hacer violencia hacia la naturaleza), se pueden apreciar. Volver cuestiones de gusto en cuestiones de ley siempre es ofensivo (y generalmente reflejo de mal gusto). Los intentos de infundir ‘la naturaleza’ con ‘la gracia’, bajo la apariencia de "sacramentalizar" la creación, pierden de vista el hecho de que ya fue creada buena, llevando la imagen de Dios. La naturaleza siempre fue teónoma, en la medida en que fue gobernada por y reflejo de la propia naturaleza de Dios. La doctrina de la vocación de Lutero es tan verdadera para nuestros días como para los suyos.
Por otro lado, lo que parece imposible es la noción de que un cristiano podría vivir como un ser dividido, sosteniendo una noción de ética de "creación" y otra noción de ética de "redención". Es inimaginable que él fuera guiado por su ‘espíritu cultural e imaginación’ en ciertos momentos de su vida; y por su ‘espíritu religioso e imaginación’ en otros. [23]
La neo-teoría de los dos reinos carece de un unificador claro a este respecto, y tal ausencia tiene amplias implicaciones. Usted ve, que la ley natural y el reino temporal de la providencia nunca son manifestados sin corazón, y eso es exactamente con lo que el reino espiritual de Cristo está preocupado: el corazón.     Reyes, príncipes, presidentes, alcaldes e incluso grupos de servicio comunitario están hechos de cuerpos temporales que poseen corazones espirituales. Una conversación entre los dos componentes del hombre se tendrá, de una manera u otra [24].
Sospecho que es cierto que muchos creyentes Reformados tendrán problemas para aceptar la tesis de que los Reformadores Protestantes originales abogaban por la ley natural y mantenían una clara distinción entre el reino espiritual y el reino temporal. Sin embargo, no serán ayudados mediante equivocaciones y errores para construir una imagen histórica exacta, ni estarán preparados para responder a las difíciles preguntas modernas de la diversidad religiosa por suposiciones bastante ingenuas de que los distintivos cristianos son silenciosos en la esfera pública. Con el fin de ayudar a nuestro público contemporáneo, tendremos que presentar un cuadro más coherente.
Si nos preguntamos quién fue el proponente más importante de la "transformación cultural" en la tradición reformada y presbiteriana del siglo XX en América, la única respuesta posible sería Francis Schaeffer. Sin embargo, si examinamos sus obras, descubriremos que él no sólo criticó la cultura de la modernidad tardía basándose en que era insuficientemente cristiana o eclesiástica. En realidad afirmó que era insuficientemente humana. Su visión de una cultura redimida era una cultura que existía como originalmente fue diseñada para existir. Era una visión de la verdad que era verdad, de la realidad que era real. Podríamos decir que era una visión de la cultura natural.
Así que, hay al menos un caso en donde una vez que las doctrinas Reformadas más antiguas son entendidas correctamente, no serán vistas como irreconciliables con los mejores representantes del proyecto neo-calvinista. Hacer esto requeriría otro artículo, pero por ahora podemos decir que las doctrinas más antiguas están en un marcado contraste con la propuesta de los dos nuevos reinos, y eso debería ser revelador. Las propuestas contemporáneas no son representaciones de la visión anterior, y lo único que es cierto es que los individuos e iglesias involucrados en la Reforma no estuvieron sin reacciones políticas y culturales significativas de acompañamiento. Podríamos entonces examinar cómo las doctrinas de los reformadores apoyaban activamente sus prácticas, observando que cada uno de los centros reformados se jactaba de sus ministerios diaconales activos en la ciudad, así como de academias y universidades fundadas en ‘los clásicos y las humanidades’. Tal vez aquellas modernas comunidades reformadas que ya invirtieron en este tipo de actividades contarán con la ayuda de una clara articulación de los principios de los reformadores. Incluso podrían llegar a ser los verdaderos herederos de ellos.
Notas:
*Adición del traductor
[1] Para una introducción más completa, vea David Koyzis, "Dos Reinos y Obediencia Cultural", Cardus (1 de marzo de 2010): bajo "Comentario en línea," que se haga que una vez que las doctrinas Reformadas más viejas se entiendan correctamente, http://www.cardus.ca/comment/article/2020/ (accessed June 16, 2010).
[2] David VanDrunen, Ley Natural y los Dos Reinos. (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2010).
[3] pág. 2
[4] Ver pág. 60 para esta afirmación con respecto a Martín Lutero y pág. 70 con respecto a Juan Calvino.
[5] VanDrunen confiesa inconsistencias en este punto de vista en numerosas ocasiones, pero las admisiones más notables de esto se encuentran en la pág. 19, donde escribe, "estas doctrinas no siempre se aplicaban de manera coherente, particularmente en lo que respecta a las responsabilidades del magistrado civil en asuntos religiosos", y en la pág 87 sobre todo donde localiza la antinomia en la teoría misma "... la pregunta apropiada no es tanto si la teoría y la práctica de Calvino estaban en tensión, sino si a nivel teórico, teológico, había alguna inconsistencia. Sugiero que Calvino puede ser justificado de la inconsistencia en muchos puntos, aunque hay ciertos temas que persistentemente siguen desafiando una fácil armonización”.
[6] pág. 60
[7] La doctrina de Calvino sobre la Iglesia es más matizada que las distinciones simples: "visibles" e "invisibles", pero las utilizaré aquí por razones de familiaridad. Por "iglesia invisible" me refiero a la noción de Calvino de que la Palabra es la marca principal de la Iglesia, y todos los que la reciben por fe son apropiadamente entendidos como "la Iglesia" directamente unida a Cristo en el Espíritu. Calvino siempre coloca la organización institucional de esta iglesia en una categoría diferente, la de la iglesia visible.
[8] William Wright, la comprensión de Martin Luther de los dos reinos de Dios. (Grand Rapids, MI: Baker, 2010) 135
[9] Wright, 119
[10] Paul Avis, La Iglesia en la Teología de los Reformadores. (Eugene, OR: Wipf y Stock, 2002) 138 - 150, 154 – 163
[11] Ver especialmente los Institutos 3.19.15-16 y 4.10.3-6
[12] Irónicamente, los intentos de hacer que la iglesia visible sea equivalente con el reino espiritual comprometen la doctrina de la Reforma de la justificación por la fe sola, porque al hacerlo pondría leyes dentro del reino espiritual.
[13] William Wright, la comprensión de Martin Lutero de los dos reinos de Dios. (Grand Rapids, MI: Baker, 2010) 113 - 114.
[14] pág. 58-59
[15] De su discusión sobre el "primer muro" de los romanistas, Lutero escribe: "Puesto que, entonces, el poder temporal es bautizado como nosotros, y tiene la misma fe y el mismo Evangelio, debemos permitir que sea sacerdote y obispo, Una oficina que sea apropiada y útil a la comunidad cristiana ". Y añade:" Se sigue, pues, que entre laicos y sacerdotes, príncipes y obispos, o, como ellos lo llaman, entre personas espirituales y temporales, la única diferencia real Es un oficio y una función, y no un patrimonio "." Un zapatero, un herrero, un campesino, cada hombre, tiene el oficio y la función de su vocación, y sin embargo todos son sacerdotes y obispos consagrados, y cada hombre debe Su oficio o función sea útil y benéfico para los demás, de modo que todos los tipos de trabajo puedan estar unidos para la promoción del cuerpo y del alma, así como los miembros del cuerpo se sirven unos a otros ", y" El poder se ha convertido en un miembro del cuerpo cristiano; Aunque su trabajo se relacione con el cuerpo, pero pertenece al estado espiritual. " Http://www.fordham.edu/halsall/mod/luther-nobility.html
[16] Institutos 4.20.2
[17] Institutos 4.20.6
[18] Institutos 4.20.9
[19] Institutos 4.20.28-29
[20] Martín Lutero declaró explícitamente que ambos reinos, temporales y espirituales, existían en el estado original de la creación. William Wright cita a Lutero a este efecto diciendo: "El hombre fue creado para su vida física de tal manera que fue hecho sin embargo de acuerdo a la imagen y semejanza de Dios-esto es una indicación de otra vida mejor que la física... Así Adán Tenía una vida doble: una física y una inmortal "y" los dos reinos eran parte de la ordenanza de creación de Dios "(Martin Luther's Understanding of God's Two Kingdoms, 118-119). El lenguaje de Lutero sobre el bautismo consagrando a uno como sacerdote también permite la posibilidad de que la obra de los laicos sea "consagrada" en beneficio del Cuerpo de Cristo (véase la discusión bajo "El Primer Muro" en el Discurso de Lutero a la nobleza de la nación alemana).
[21] Ver, por ejemplo, Al Wolters 'Creation Regained o A A Van Gleander's descripción de la redención como "creación hecha a prueba de fuego."
[22] VanDrunen, pág. 91. Podemos volver a ver la dificultad de VanDrunen con Calvino aquí, ya que él no puede imaginar que el diaconado como una entidad del reino temporal. En tanto que es un ministerio de necesidades corporales, sin embargo, eso parece el significado más natural en el sistema de Calvino. Para Calvino, los sacramentos serían considerados "inmateriales" en que los signos materiales nos llevan lejos a las cosas invisibles significadas.
[23] Para un ejemplo de algo muy parecido a esto, vea la discusión de D. G. Hart sobre la "piedad hifenizada" en su tercera conferencia en la Conferencia del Pastor de la Avenida Auburn 2006. Utiliza categorías temporales cuando dice que la piedad cristiana se expresa los domingos e incluso dice que los cristianos deben vivir "vidas dobles" en lo que ciertamente parece significar una dualidad espacio-temporal.
[24] Tengo que atribuir este punto a un artículo inédito de Peter Escalante sobre el mismo tema. Gran parte de mi propio pensamiento estuvo influenciado por su trabajo que esperamos esté disponible en el futuro.

Traducido con autorización. 

lunes, 5 de diciembre de 2016

Escritura y tradición

La curiosamente titulada Concise Reformed Dogmatics de J. van Genderen y WH Velema, se ha convertido en unas de mis (dogmáticas) preferidas (mencionó curiosamente titulada, ya que tiene su peso, por las 922 (940) páginas- aunque tiene unas dos mil (2.000) páginas menos que la Bavinck’s Reformed Dogmatics), estaba en relectura de alguna de las porciones de su capítulo referente a la Santa Escritura y aprecio la forma en que es descrita la adecuada relación entre Escritura-Tradición. 

“[La] canonización de las Escrituras implica el trazado, de parte de la Iglesia, de una línea pura y clara de diferenciación entre el tiempo de los Apóstoles y la era de la Iglesia. El establecimiento del canon involucra, que en el futuro, otras tradiciones, que no documentaron los Apóstoles, no se hicieran normativa. Cabe señalar, que esto implica también que las diversas tradiciones debieron evaluarse sobre la base de la norma de las Sagradas Escrituras.

A pesar de lo anterior, el grado de suficiencia de las Escrituras no significa que todas las tradiciones deben considerarse sin propósito/inútiles. Las iglesias de la Reforma reconocen también elementos que son parte de las tradiciones. Sin embargo, dichos elementos no son normas para la fe y la vida, aunque digamos que pudieren ser expresiones de fe o formas en que las personas exteriorizan su respuesta/sentimiento a la Palabra de Dios. En este mero sentido, las tradiciones tienen un propósito y son necesarias. Concordamos con lo que señala Bavinck que la tradición es el medio por el cual todos los tesoros y posesiones de nuestros antepasados se transmiten al presente y al futuro (cf. R.D., 1:492–94). Existe, ciertamente, una tradición reformada muy variopinta. Es decir, existe una tradición en nuestra manera de confesar, en nuestros actos de adoración, en la predicación, en la teología, en la literatura de la devoción, lo cual todo lo nutren las Sagradas Escrituras. A pesar de esto, nunca podremos adoptar definitivamente una de estas tradiciones, sin importar cuán familiar y bien amada nos sea. La corriente de la tradición siempre deberá llevarnos de regreso a la fuente que es normativa y esa fuente es: la Sagrada Escritura. Las tradiciones resultan peligrosas cuando se traducen de formas a normas. Lo anterior, le podría suceder a opiniones previamente establecidas, así como a puntos de vista modernos y provocativos. Pag. 104–105”

Mi única corrección es; mejor referirse en términos de normas falibles “normadas” (Tradición) y de infalibles “La norma” (Escritura). Tradiciones tienen una normativa de calidad, pero solamente en forma subordinada, cuenta con una función ministerial en lugar de magisterial.


Es Profesor Adjunto de Antiguo Testamento en Mid-America Reformed Seminary en Dyer, IN y es un ministro en las Iglesias Reformadas Unidas de América del Norte (URCNA). Algunos de sus estudios son: B.A. Music. Dordt College, Sioux Center, IA. (2000) M.Div, Westminster Seminary California, Escondido, CA. (2007) M.A., Near Eastern Languages and Cultures. University of California, Los Angeles. (2011). La especialidad académica de Andrew es el estudios del Antiguo Testamento y de igual forma tiene intereses de investigación en la hermenéutica y la doctrina de la Escritura. Debido a su formación en estas áreas, él también está interesado en la historia del Antiguo Testamento, la arqueología, la poesía hebrea e inscripciones semíticas del noroeste. También es activo en su trabajo pastoral haciendo asesoramiento bíblico (pastoral).