Antes de ser quien conocemos que fue, Calvino no tenía pensado ser el "profeta a las naciones" en que Dios lo convirtió, el arquitecto de la reforma, el avanzado a su época, el desbaratador del papismo, el padre de los presbiterianos, en fin. En otras palabras, Calvino pasó por un proceso, a mi juicio, de madurez espiritual, mediante un evento traumante: su encuentro con Gillaume Farel. Déjame citar algunos recursos en español:
"Entonces Farel le dijo con severidad (a Calvino): 'alegas tus estudios como una excusa; pero si rehúsas entregarte con nosotros a esta obra del Señor ¡Dios te maldecirá! por buscar tus propios intereses antes de los de Cristo'" [1]
y en otra biografía, Calvino describe el encuentro:
"He tenido la precaución de ocultar que yo era el autor de aquella obra (La institución, vea aquí) y había decidido continuar con la misma privacidad y oscuridad hasta el final. Farel me detuvo en Ginebra, no por su consejo y exhortación, sino por su imprecación asombrosa con la cual sentí como si fuera Dios quien había puesto su poderosa mano sobre mí para detenerme desde el cielo." [2]
Hasta este "choque" de 100 km/h contra una muralla de diamante", podríamos decir que la visión de cristianismo de Calvino era "carnal", o "inmadura" en un sentido muy específico. Esa es mi tesis, y lo que deseo en breves palabras aplicar.
¿Qué quiero decir con que Calvino tenía una visión carnal del cristianismo?
1.- En general, no quiero decir que Calvino era un cristiano inmaduro en todo su pensamiento. Acababa de terminar la primera edición de su Institución, repleta de teología bíblica y sistemática, esto por supuesto no puede corresponder a la obra de alguien carnal. Así que no me refiero aquí que Calvino era inmaduro en todo el sentido integro de su vida y cosmovisión.
2. En específico, me refiero que la visión de su servicio a la iglesia, en cuanto al trabajo que quería desarrollar en forma, era aún carnal, inmaduro o deficiente.
Para probar mi tesis sigo citando:
"Calvino se resistió al principio (a la ayuda que estaba solicitando Farel en Ginebra), alegando que sus planes deseos e inclinaciones eran diferentes" [1]
y "había decidido continuar con la misma privacidad y oscuridad hasta el final." [2]
Calvino, por consiguiente, de 26 años, también aguzado por su carácter tímido e instrospectivo [3], prefería la soledad, la reclusión, no involucrarse con personas, más que desde su tinta y papel. Esto a mí juicio, fue algo que Dios reformó en su vida, ya que tener una mente aguda y estudiosa en ningún caso está separado de la vida eclesiástica.
Al fin llego a mi punto y argumento: Calvino era carnal en el sentido de que creía que no debía involucrarse in situ con la obra de Cristo, y lo podía hacer desde sus libros. Él si creía que ayudaría escribiendo, pero aquí está el error: las Escrituras no permiten que nosotros vivamos un cristianismo solitario; ayudando desde fuera; no involucrándonos en el sufrimiento y vida nuestros hermanos; a menos que Dios mismo nos empuje a eso a causa de la persecución. Esto es claramente demostrable por la Escritura, no solo en la vida de la iglesia prrimitiva, sino en en todas las epístolas paulinas, y toda la Escritura apunta a este hecho en el nuevo testamento: la visión de cristianismo es comunitaria y nunca solitaria, por más introspectivos que seamos.
Por tanto, aquí hago algunas aplicaciones:
1. No sirve ser cristiano de facebooks, blogs, redes sociales en general, si no tengo una vida activa en la comunidad eclesiástica.
2. No se ayuda a la obra de Cristo a través de una pantalla. Sino sufriendo in situ por la causa de Cristo.
3. Puedes tener la mente de Calvino (no creo) y aun no sería excusa para ti de no participar de las cargas de tus hermanos y pastores.
4. La vida de Calvino, y de muchos santos, demostró que el estudio rígido y académico no está divorciado de la vida eclesiástica del segundo mandamiento más importante: Amarás a tu prójimo Mt 22:39 (de hecho y en verdad 1 Jn 3:18).
Calvino oyó el trueno de Dios frenándolo de su camino a Estrasburgo, yo espero, que por la gracia de Dios, oigamos las Escrituras, y avancemos en la visión inmadura de muchos de nosotros reformados, de creer que ayudamos a la iglesia a través de las redes sociales, y no sufriendo con la iglesia visible, la iglesia militante, la iglesia local.
Efesios 4:1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, 2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un Señor, una fe, un bautismo, 6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. 7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
[1] Irwin, C, H, Juan Calvino, su vida y obra pp 25-30
[2] Zuidema, J, Guillermo Farel, 59-72
[3] Irwin, C, H, Juan Calvino, su vida y obra pp 43-54